¿Qué carro de bebé comprar?

Ahora apenas recuerdo la angustia con la que viví el tomar la decisión de qué carro comprar. Me parece absurdo la cantidad de horas que dediqué a informarme sobre los distintos modelos, características y precios…casi acabo lela (o puede que siempre lo haya estado).
Para “mi suerte”, además, he tenido que pasar por ello en dos ocasiones: la primera vez por un carro individual y la segunda por uno gemelar. Así que me considero preparada para aconsejar a el resto de madres del mundo que puedan necesitar ayuda con este tema.
– Un carro debe tener dos características imprescindibles (¡sólo dos!…el resto, por lo tanto, son prescindibles)
- Confortable para el bebé. Eso implica unos tejidos agradables, transpirables, un respaldo mullido que recline 180 grados y una capota que proteja lo máximo posible de la exposición al sol.
- Manejable y práctico para los padres. En este sentido os recomiendo que compréis un carro de ruedas grandes, manillar de una sola pieza, fácil de reclinar, con un arnés sencillo de abrochar y regular, y por supuesto que su plegado y desplegado sea compacto y fácil.
– Vigilad con los precios. Por una cantidad de dinero razonable encontraréis carros que no tienen nada que envidiar a aquellos que son tan populares.
– Mirad, antes de tomar una decisión, que el carro escogido quepa en el maletero del coche y en los ascensores y puertas de las casas que visitáis con más frecuencia.
Dicho esto, que considero que de forma muy breve podría resumir a grandes rasgos los imprescindibles que nos acercarán a la elección de un buen carro, me gustaría añadir una reflexión personal:
A los padres nos entra prisa por pasar a nuestros hijos a la silla ligera. Ésta puede ser muy cómoda al principio, cuando el bebé aún no pesa demasiado. La mayoría sentimos un gran alivio al dejar atrás el primer y aparatoso cochecito de grandes dimensiones y ruedas. Está claro que la sillita ligera es más…¡pues eso! ¡ligera!, y queda muy compacta plegada, pero os puedo asegurar que cuando el bebé crece y sigue necesitando ir en carrito porque se cansa de caminar o quiere dormir…la sillita ligera a mi me resulta un artilugio de lo más indeseable…eso sí, creo que es imprescindible tener una silla de estas para esos días que se va a coger mucho el coche (por el tema plegado y desplegado, que obviamente es más cómodo en esta clase de carros). Esto os lo digo para advertiros de que no os deshagáis del cochecito que tengáis cuando os compréis la sillita ligera. Os recomiendo que os lo quedéis para aquellos días que no vais a utilizar coche. Para pasear exclusivamente.
Finalmente y para acabar, no os voy a decir qué carro comprar porque, como es obvio, creo que eso va a sensaciones, necesidades y bolsillos; pero me gustaría pensar que los consejos que he dado más arriba os facilitarán tomar una decisión. Imagino que si habéis llegado hasta este post es porque estáis investigando sobre el tema, así que…¡suerte!
Os enseño algunos de los carros que tenemos de los que hablaré el próximo día en otro post y explicaré el por qué me decidí por ellos. Si tenéis alguna duda o alguna aportación no dudéis en dejar un comentario, así entre unos y otros podemos ayudarnos. ¡Buenas noches inquietos!
Mamá inquieta