Vida sexual después de ser padres

¡Jajajajajajajajajajjajajaaaa! Perdón, no puedo evitar que me entre la risa cuando hablo de este tema. Cómo cambian las cosas, ¿eh?

Muchos buscan el momento ideal en sus vidas, para ser padres: que los dos tengan trabajo, llevar un cierto tiempo juntos, estar bien en general, tener ganas ambos, estar ovulando, que no interfiera con ningún objetivo profesional o vital, etc. Vamos, hoy en día los planetas se tienen que alinear para que muchas parejas den el paso de convertirse en padres.

Bueno, pues os confieso una cosa, básicamente después de ser padres también hará falta que se alineen los planetas, pero esta vez, para compartir momentos íntimos en pareja. El otro día unos amigos me decían: «Eso surge…». ¡Pobres ilusos! ¡Cómo se nota que no tienen hijos! (Lo sé, no es el caso de todo el mundo…pero dejadme generalizar).

Total que, en el supuesto caso de tener ganas de caricias romanticonas y demás, debes asegurarte de que los niños duermen o no están en casa, de no tener otras cien mil obligaciones ineludibles que sólo puedes llevar a cabo cuando estás sin ellos, que no estés ovulando (si eres mujer ¡claro!) o en prácticamente ninguna fase del periodo…ya que casi ninguna será buena para el propósito del que os hablo, y además hay que contar con no estar reventados, algo bastante difícil los primeros años (ya que el amor que sintáis por vuestros hijos no es proporcional a la energía que tendréis para criarlos). Eso os deja con muy pocos momentos que igual querréis invertir en dormir, hacer algún plan a solas fuera de casa o simplemente ver la tele juntos, tranquilos en el sofá, un rato después de un día largo y agotador (no por ello menos bonito).

«Cari, prométeme que ese nunca será nuestro caso». Aaaaaaix…me encanta la teoría, pero la práctica es otra historia. Puede que esta última afirmación sea la realidad que más clara me ha quedado después de convertirme en madre. Podría hacer un post sobre el montón de cosas que dije embarazada a cerca de mis propósitos como madre y la cruda realidad.

Cruda o menos cruda, hecha o pasada, no importa como sea esa vuestra realidad, sin duda no será como la vida que teníais antes de añadir integrantes a vuestra familia. Varios ámbitos de vuestra convivencia se verán afectados, algunos para bien y otros para mal. El cómo y cuánto dependerá en gran medida de vuestros recursos, actitudes y gestión del tiempo. Así que podéis tener una vida sexual muy «minimalista» o «barroca», ¿me explico?, pero vamos…que lo que se dice surgir…pues yo creo que a la par con las apariciones de la virgen (jajajajajaja, es broma, es para ironizar un poco sobre el tema).

Bueno, ¿vosotros qué opináis inquietos? ¿Cuál es vuestro caso?

P.D: Mi marido dice que mientras he escrito esta entrada hubiera sido un buen momento…

Mamá inquieta