Ser la segunda

Una vez me dijeron que los segundos eran los primeros de los perdedores.

Si os soy sincera, tengo muy mal perder. Me gusta ser la mejor y si no lo soy prefiero no ser consciente de ello. Si hago un examen o si me enfrento a un grupo de personas, ya sea en un juego o una prueba o algo parecido, yo quiero ganar…ser la primera.

Pero en mi vida sentimental soy la segunda. Sí, la segunda mujer de Francis. Él ya se casó una vez antes de hacerlo conmigo, así que eso me convierte en la segunda. La verdad es que lejos de ser una desventaja es algo muy positivo, a fin de cuentas se aprende más de los errores que de los éxitos, se aprende más de las situaciones duras que de aquellas que no suponen ningún reto…vaya, que un segundo puesto no es tan malo si uno sabe verle el lado bueno.

Lo que quiero decir es que hay que saber «perder». Que esas situaciones en las que pensamos que hemos salido perdiendo muy posiblemente, con otro enfoque, den lugar a grandes ventajas. Tanto él como yo hemos aprendido mucho de nuestro pasado, de nuestras relaciones anteriores…¡de todo en general! Y aún hoy lo seguimos haciendo.

Sigo teniendo mal perder…digamos que soy competitiva. Soy la segunda y muy posiblemente la última…y ¡me gusta como suena!

Así que…¡sed optimistas, inquietos! Todo depende de la perspectiva con que se mire.