Sweet Addict

No sé si es porque ya me veo que estos meses venideros voy a tener que cuidar más mi alimentación, si quiero ponerme en forma, que me está entrando un hambre voraz. Aquí estoy yo…en el sofá tumbada, cenada y con hambre…

Este año me hace especial ilusión ir a la playa, ya que el año pasado no pude pisar apenas el exterior de mi habitación debido al riesgo que entrañaba mi embarazo y que me obligó a hacer reposo absoluto desde el 3 de Junio hasta el 20 de Agosto, que nacieron las gemelas. Ir a la playa y exponer mi cuerpo no es algo que me preocupe de cara a los demás sino que es más bien un tema que es importante para mi misma. Digamos que después de dos embarazos y uno de ellos gemelares, no me puedo quejar pero el cuerpo no queda igual (eso también depende mucho de cada persona). Si a esto le añadimos entrar en los 30, se hace imprescindible cambiar algunos hábitos.

La verdad es que cuidar mi alimentación no se me da especialmente bien, ya que para ello hay que tener, creo yo, dos cosas: fuerza de voluntad y buenas nociones de cocina. Mi fuerza de voluntad en algunos aspectos no está nada mal…pero cuando se trata de comida flaqueo ¡y mucho! Y cocinar, decididamente, no es mi fuerte (mi marido me lo ha dicho más de una vez ya…así que ¡por algo será!).

Me encantaría cocinar mejor, ponerle más ganas, y por eso admiro a aquellas personas que lo hacen muy bien. Me derrito cuando entro en páginas de cocina tan geniales como Sweet Addict. Me impresiona como alguien de mi edad puede hacer platos del nivel de las mejores abuelas y además saberlo compartir con el resto del mundo con tanto gusto. Os animo a que echéis un vistazo a la página de esta chica emprendedora y si os animáis intentéis recrear alguna de las muchas recetas que podréis encontrar.

Yo personalmente empezaré por alguna sencillita o le pediré a mi padre, que cocina genial, que me haga alguna de estas ricas recetas los sábados, que es cuando vamos toda la trupe a comer a su casa.

¡Que aproveche, inquietos!